6 CONSEJOS PARA PREVENIR LA ARTROSIS A PARTIR DE LOS 35 AÑOS

¡Prevenir la artrosis es posible! Un estilo de vida activo, la alimentación y el descanso son algunos de los consejos que te van a ayudar a conseguirlo.

La necesidad de movernos siempre ha ido vinculada a nuestra capacidad de supervivencia y a nuestra genética, y es cuando el cuerpo empieza a fallar ocasionalmente cuando nos preocupamos y buscamos nuevas maneras para mantener la movilidad, y en definitiva, nuestro estilo de vida.

La artrosis es una de las principales causas que contribuyen al deterioro de la movilidad, y principalmente es debido a la aparición del dolor articular. De hecho, según un estudio realizado en colaboración con la Fundación Internacional de la Artrosis (OAFI), el 68 % de los argentinos con edades comprendidas entre los 35 y 65 años ha tenido dolor articular alguna vez en el último año, y hablamos del 73% en el caso de las mujeres. Es por ello que de la mano de la Dra. Elsa Genové, te damos algunos consejos que te van a ayudar a contrarrestar los efectos de la artrosis y a mantener un estilo de vida activo.

1. Evitá el sedentarismo y… ¡movete!

La obesidad y el sedentarismo son hábitos poco saludables que a la larga pueden afectar a nuestras articulaciones. Practicar deportes de bajo impacto articular, como la natación o el ciclismo, contribuirán a que las articulaciones y la musculatura funcionen correctamente, especialmente si se practican a largo plazo. Aunque al principio pueda resultar muy tedioso si no estás acostumbrado, empezá con sesiones de 10 minutos y aumentá el tiempo progresivamente, tu cuerpo te lo va a agradecer.

2. Dormir bien como hábito imprescindible

Dormir en una posición correcta y sin interrupciones ayuda positivamente a nuestro cuerpo, tanto a nivel físico como mental, con lo que es un pilar fundamental para nuestra salud y bienestar. Es muy importante tener en cuenta el colchón, y de hecho merece la pena dedicar una importante inversión en él cuando hablamos de elementos del hogar. Hay que fijarse en que se adapte a tu cuerpo, lo que implicará mayor comodidad y te ayudará a conciliar y mantener un sueño de mayor calidad.

También es importante una correcta rutina de descanso: pautar una hora para ir a dormir, evitar el uso de aparatos electrónico en el lugar de descanso, y dormir como mínimo 7 horas al día. Asegurate también de tener la almohada correctamente apoyada sobre las cervicales. Si estás en una época de mucho estrés o en un momento en el que tengas dificultades para relajarte y descansar bien, puedes optar por un complemento alimenticio rico en melatonina que te ayude a paliar los efectos de la ansiedad y el nerviosismo.

3. Somos lo que comemos

Llevar una dieta saludable puede ayudar a combatir el sobrepeso, que es la principal causa de desgaste de las articulaciones y un gran contribuyente al deterioro de la movilidad. Como cualquier engranaje, las articulaciones necesitan una buena lubricación, y por eso una buena hidratación es fundamental para su buen funcionamiento.

En nuestra dieta debemos incluir además alimentos ricos en proteínas, como los huevos, el pescado, la carne, o las legumbres, que nos permitirán crear o bien regenerar nuevos tejidos en las articulaciones. Y si por otro lado queremos evitar su envejecimiento, tenemos que consumir alimentos ricos en vitamina A (zanahoria, huevo, espinacas o rúcula) vitamina C (pimiento rojo, col, fresas, kiwi, naranja) y vitamina D(cualquier variedad de pescado azul, como salmón, sardinas, boquerones, o atún), así como en calcio y magnesio (lácteos o frutos secos).

4. La higiene postural

Adoptar una posición correcta en la oficina, en el puesto de trabajo, o incluso en el sofá, puede ayudar a evitar la fatiga prolongada en nuestras articulaciones. Una postura erguida pero relajada ayudará a mantener activa la musculatura paravertebral de la columna, evitando que nos encorvemos y notemos los efectos de una mala postura al final de la jornada laboral. Siempre es recomendable el uso de sillas con respaldo que cubran toda la espalda, evitando el uso de superficies muy bajas, blandas, o hundidas.

5. Apoyo de un especialista

Cada cuerpo es un mundo, así que en caso de tener algún dolor persistente, es recomendable acudir a un especialista que pueda realizar un correcto diagnóstico y un seguimiento personalizado. La prevención en la artrosis juega un papel fundamental, así que es aconsejable no posponer el turno con el médico y tratarla lo antes posible.

6. Un complemento alimenticio adaptado a tus necesidades

A partir de los 30 años el cuerpo pierde gradualmente la capacidad de producir colágeno, por lo que a largo plazo es recomendable, además de cuidar la alimentación, contar con un complemento alimenticio con componentes tales como el colágeno, el condroitin sulfato, la glucosamina, o el ácido hialurónico, que ayudan a nutrir el cartílago y contribuyen a mantener las articulaciones en buenas condiciones.

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